Sin intención de hacer un nuevo meme, aunque alguno intente nuevos juegos malabarísticos del idioma propios de la poesía barroca decimonónica (Tengo derecho a Iniesta, Tengo derecho a mi siesta, etc.), y otros ejercicios de conciencia lingüística de peso, os dejamos la última reivindicación punichera habible.
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2 comentarios:
GENIAL
Totalmente de acuerdo, una puta mierda eso es lo que venden.
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