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31 octubre 2008

EDUCANDO BORREGUITOS NO MORE

Cierta conferenciante se encargó hoy de lanzar toneladas de basura moral contra la emérita institución que acoge a nuestras almas desangeladas: La Facultad de Comunicación. Nada más en el exordio la señora ya apuntaba formas pero la tragedia llegó en la ronda de conclusiones, justo antes del baño de autocomplacencia y cañonazo de GIRL POWAR con objeto de distraer la atención del respetable.

Os dejo aquí un listado de perlazas que se llevaría el viento sin este ácido recuerdo:

- El estudiante de periodismo pasa los cinco años en la facultad, y viene a dar igual, no aprende nada.

- El citado estudiante no sabe leer, escribir, idiomas, manejar cualquier programa y ni por asomo comprende el funcionamiento real de una empresa de comunicación.

- El estudiante es un interesado, una persona equivocada y sin futuro a menos que se forme por su cuenta.

- El becario llega y hace tres preguntas: ¿Cuánto voy a cobrar? ¿Cuántas horas trabajaré? y ¿Cuándo me vas a hacer fijo?


La conferenciante suelta esto y alude al posible torbellino de críticas que puede desencadenar. Claro, señora, el becario trabaja gratis, no le preocupa intentar comprarse una casa de 200.000 eurus (precio estándar) y tiene que venir de una formación empresarial, no humanística. Es más, déjeme decirle, queremos trabajar 18 horas al día haciendo de cámara, diseñador, redactor, corrector y relaciones públicas, donaremos la mitad de nuestro sueldo a una ONG y encima pondremos vehículo propio y gasolina. Y claro, de la Facultad sólo sale morralla. Cuando usted recibe a un "máquina" se calla y asume que no es un producto de la enseñanza pública, porque de hecho eso es mérito de su empresa y, por supuesto, lo más parecido posible al trabajador ideal:


Todo sea por la empresa

Tras este momento de asco y miedo en la Fcom, no tengo más que decir. Si quieren trabajadores de corte X, que los formen en los centros de trabajo, igual que se gastan los cuartos en I+D, porque la Facultad de Comunicación no crea productos, sino PENSADORES. Y si se tienen que quejar de algo los empresarios, que sea de intrusismo (cosa que está en sus puñeteras manos):


De diosa maligna a freelance en una agencia americana, ver para creer

Afortunadamente nuestro Decano rompió todo este ambiente de cajas destempladas y puso la última palabra: realismo, presupuestos, compromiso, y lo más importante: EDUCACIÓN no es igual a FUNCIONAR MEJOR PARA UNA EMPRESA. El ser humano es mucho más que un animal que produce dinero. Pa tu boca.

Como conclusión sólo me gustaría decir que el periodismo puede ser el mejor trabajo del mundo (o no), pero aún le queda mucho para alcanzar su auténtica dignidad (y es problema de difícil solución, estando en las manos que están)

(ESQUIZOMBI aplaude al Decano por su intervención, jamás había visto tanto realismo y sangre fría barriendo un discurso pro-globalización)