
Dong! Dong! Son las 12 de la noche ya!
En efecto, las uvas compradas tenían extraños poderes inside. Pero lo peor de todo es que esas uvas no estaban destinadas a nuestros antihéroes favoritos, sino que se vendieron por doquier para consumo de toda la humanidad. ¿El objetivo? Nadie lo sabe, pero los extraños símbolos sobre ellas hacían pensar lo peor...
¡La humanidad parecía condenada! Sin duda los malvados dioses arquetípicos planearon la jugada para destruir toda la civilización a golpe de fiesta rancia y tajada. Y de hecho, a las pocas horas se empezaron a notar los efectos del envenenamiento masivo; había comenzado la PUNI-CONVERSIÓN DE TODO EL WORLD:

Hora de los churros, Cibeles. Ruben, con tetazas al fin. Claramente el más beneficiado.
Ahora bien. ¿Qué inspiró esta entrada?
Zoo de Jerez de la frontera, 30 de diciembre, 18:00 horas: