Proveniente de las lejanas tierras de Cimmeria, Conan es el ejemplo más claro de bárbaro: Alto, fuerte, melenas al viento, rudo y sobre todo, asesino en masa. El ídolo de todo chaval que se precie.
Creado originalmente para novelas de fantasía, las aventuras de Conan por la tierra Hyperbórea dieron el salto al cómic, medio por donde consiguió la fama llegando a crearse películas sobre su figura, con un Arnols Swa...schaze.....Ese en pleno estado de forma.
Como pasó con los GI-JOE o incluso RAMBO, no se tardó en hacer una serie de dibujos animados para los más pequeños. Estaba claro que al rudo bárbaro había que hacerle un lavado de cara, no podía ir masacrando gente en horario infantil. De ahí salió CONAN EL AVENTURERO.
Vale, todo es cierto. ¿Cuál es el problema, se preguntarán? Pues que la serie era una MIERDA. Y Conan un gay. Por lo pronto, Conan ya no mataba gente, si no que solamente tenía que acercar la espada fabricada con metal de un meteorito a los hombres serpiente para que estos se fueran a su mundo originario(JA-JA). Con lo cuál ni sangre, ni vísceras, ni cabezas rebanadas,...nada que mole. Lo siguiente era que su característica de bárbaro loco se había perdido en el limbo. Ahora predicaba el buen rollito con su colega el negro, la amazona, el vikingo....puros esterotipos. ¿Dónde estaba el Conan de frases como esta?:
Nada, nada, lo convertieron en un He-man mariquita. En momentos como este es cuando cojo mis cómics de Conan, me meto en un búnker y disfrute de la barbarie olvidándome de que existió tal afrenta a la figura del cimmerio. ¡Hasta mañana por Crom!.
(STEINER COPETE no habla del Fénix ese de mierda porque si no estaríamos aquí toda la tarde)
